Las lentes de contacto, las lentillas, no sólo se usan para corregir defectos de graduación, sino que muchas veces se emplean para curar o ayudar a curar problemas en los ojos. Son las denominadas lentes de contacto terapéuticas.
Sus utilidades son múltiples. Así, la más frecuente es cuando se producen pequeñas erosiones en la superficie de la córnea y colocamos una de estas lentillas que hacen a modo de vendaje transparente. Se utilizan también cuando operamos ojos con Láser Excimer para eliminar gafas… y lentillas. Resulta paradójico que utilicemos lentillas para eliminar lentillas, pero ese apósito transparente, esa “tirita”, es fundamental para la recuperación posterior del ojo.
También se usan lentes de contacto como reservorio medicamentoso. Esto quiere decir que utilizamos las propiedades tipo esponja que tienen las lentes para que se queden embebidas de fármacos y éstos se vayan liberando al colocarlas sobre la superficie del ojo.
La prensa local recoge una noticia en portada: “Lentillas con toque ilicitano: Una investigadora desarrolla una técnica que ayuda a recuperar la visión”. Son términos periodísticos y venía en portada, pero ya en el interior y en la edición digital va ajustando el contenido real de la noticia: “Una ilicitana participa en crear una lentilla biodegradable”.
Pero esto no es una crítica a la noticia, la cual es una gran cosa y puede ser en el futuro un avance importante en el tratamiento de los problemas de superficie del ojo.
Nuestra paisana se llama Ílida Ortega Asencio y es una investigadora ilicitana que se encuentra trabajando en la Universidad de Sheffield (Inglaterra) y ha participado en el desarrollo de una técnica para la fabricación de biomateriales que pueden contribuir a la regeneración ocular. Acaba de publicar en Acta Biomaterialia un trabajo como autora principal que inicia una línea de investigación que busca la utilización de una lentilla en forma de anillo embebida con sustancias regenerativas del tipo de las células madre corneales.
Este anillo se sitúa sobre la zona que conocemos como limbo corneal, la zona de transición entre la córnea y la esclerótica. Si con las células madre logramos suplir o regenerar las propias se produciría una mejora importante en el funcionamiento de córneas deterioradas por problemas diversos. En este vídeo podemos ver a la Dra. Ortega explicar con un inglés sencillo la base de sus investigaciones.
Los avances científicos son lentos y estamos en el inicio de algo que puede ser muy interesante y que nos ayudará a manejar problemas que, en la actualidad, no son fáciles de tratar. Good Luck Doctora!
Autor: Fernando Soler
• Oftalmólogo y Doctor en Medicina y Cirugía.
• Director de Innova Ocular Clínica Dr. Soler en Elche.
• Presidente de la Fundación Dr. Soler.
• Director de FacoElche.
• Ex – presidente del Grupo Innova Ocular
• Jefe de Servicio en excedencia del Hospital General Universitario de Elche.
