En el mundo occidental el prototipo de rubi@, alt@ y con los ojos azules es un estándar de belleza por el que mucha gente suspira. ¿Ganar altura?, alzas en los zapatos como Sarkozy. ¿Pelo rubio?, la camomila y otros tintes hacen maravillas. ¿Ojos azules o verdes?, más complicado, pero ya nos apañaremos.
El color del ojo viene determinado por el tipo y cantidad de pigmento que tiene el iris. Es predominante en la población el ojo marrón (más del 75%) y en menor medida los ojos claros o de colores inusuales.
Es una adaptación al medio determinado por siglos y milenios de evolución, ya que los ojos marrones se cargan de pigmento para proteger mejor la retina en áreas soleadas, mientras que los claros provienen de países de menor luminosidad.
En nuestros eventos del 2007 , tanto en FacoElche el Dr. Fernando Castanera como luego en Lo Mejor del Año Oftalmológico el Dr. Salvador Gª Delpech, presentaron problemas muy graves en pacientes suyos que se habían dejado llevar por una idea que tuvo un oftalmólogo de Panamá. Ésta consistía en implantar dentro del ojo un tipo de lente o dispositivo coloreado que se ponía delante del iris y daba otro color al ojo.
Aunque una leyenda urbana decía que había operado así a su mujer, aquella idea era un desastre pues lesionaba de forma severa las estructuras internas del ojo. Se dice que la esposa no sólo se divorció sino que demandó a su ex-marido por mala praxis.
Ahora se anuncia un láser que en veinte segundos modifica el color de los ojos de marrones a celestes. Se llama Lumineyes y según su web en construcción el mecanismo de acción es:
“Cuando la energía láser es absorbida por el pigmento marrón del ojo, el cuerpo elimina el tejido alterado y se procesa el cambio de ojos marrones en azul en dos o tres semanas.”
Aunque pueda funcionar, la mayoría de los oftalmólogos vamos a ser reacios porque entendemos que esa eliminación del pigmento no se va de cualquier manera. Lo normal es que tapone la salida natural de los líquidos del interior del ojo iniciando un aumento de la tensión intraocular de manera incontrolable, lo que conocemos como glaucoma. Es más, existe un tipo de glaucoma que conocemos como pigmentario en el que el ojo va perdiendo de forma espontánea pigmento que tapona la salida del humor acuoso. Por cierto, pese a la pérdida no cambia el color del ojo.
Ya lo iremos contando. Ésta es una cuestión de dinero y con los ojos no se juega ya que aquí no es válido aquello de que “para presumir hay que sufrir”. Este presumir puede llevar a la ceguera.
Créditos: Fotos del Dr. Gª Delpech y propias
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Autor: Fernando Soler
• Oftalmólogo y Doctor en Medicina y Cirugía.
• Director de Innova Ocular Clínica Dr. Soler en Elche.
• Presidente de la Fundación Dr. Soler.
• Director de FacoElche.
• Ex – presidente del Grupo Innova Ocular
• Jefe de Servicio en excedencia del Hospital General Universitario de Elche.
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