Esta entrada en el Blog de Ojos se la voy a dedicar a todos los compañeros que empezamos la carrera de Medicina en el año del “Calendario Juliano” y que en 3º hicimos prácticas en el Hospital Provincial de Alicante: Rosalía Carbonell, Jose Antonio Maruenda, Jose Ramón Sala… ahora ya médicos consagrados y muy activos todos ellos. Eran nuestros mentores los Luises, Rivera y Ortiz de Saracho y Sueiro, amén de otros.
Y ¿cómo no? A todos mis ya colegas médicos que a mediados de los ochenta arrancábamos nuestras carreras profesionales en el Hospital con un proyecto vital apasionante: Paco Llorca, Vicente Bertomeu, José Ramón Ots, Juan Orts, Pepe Lizón… por mencionar sólo al “grupo del colesterol” entre otros muchos médicos muy brillantes y… resolutivos, como los fueron todos los de aquella época. Sin olvidar a la eficaz enfermería y el personal auxiliar, Ladislao Comins, Ger, Devesa, Carmen Coloma, Encarnita y tanto buen profesional.
Todos ganamos las oposiciones correspondientes, lo que me hacía cierta gracia pues en mi formación siempre piensas que tu trabajo de médico sería dependiente de un Servicio Sanitario, no como Funcionario de Administración Local, que era a fin de cuentas nuestro nombramiento. Ojo, y con el número uno, faltaría más.
He estado en el MARQ, el Museo Arqueológico de Alicante, para ver una exposición temporal muy interesante: “El tesoro de los bárbaros”. Como es conocido, el MARQ, está ubicado en el edificio del antiguo Hospital San Juan de Dios, que era el nombre oficial del Hospital Provincial. Era una obra del arquitecto Vidal de finales de los años veinte del siglo pasado, como lo fue por esa época el edificio de la Diputación Provincial, propietaria y gestora a su vez del Hospital. Es muy interesante la descripción del edificio original y su concepción tanto arquitectónica como sanitaria.
La verdad es que el MARQ es un orgullo para toda la Provincia de Alicante, tan rica toda ella en historia y en restos arquelógicos, con nuestra Dama de Elche a la cabeza. Es junto con el museo Guggenheim de Bilbao y el CosmoCaixa de Barcelona, los únicos tres museos de España que han recibido el premio Museo Europeo del Año, galardón que recibió durante el año 2004.
Desde que se cerró el Hospital como tal allá en 1991 para trasladar a todo su personal a San Juan a lo que iba ser el famoso “Clínico” y que acabó en un Hospital más de la red de asistencia pública, era la segunda vez que volvía al edificio, ya como MARQ. En ambas me invade la nostalgia y el recuerdo de las dos épocas pasadas que mencioné al principio.
Llegas al Museo y sacas las entradas en el pabellón de consultas, donde ves en una esquina la zona de Oftalmología con el ventanuco de nuestra “trastienda” donde tantas cosas conversamos, practicamos y aprendimos.
Entras en el edificio principal y, circunstancias del uso, ya no existe la luminosidad que inundaba todo el edificio gracias a los ventanales grandes diseñados por el arquitecto Vidal. Insisto, son cosas del uso actual, muy bien concebido y desarrollado a tal fín. Paseas por las salas de exposición y recuerdas tus prácticas de estudiante con aquellos pabellones antiguos amplios con muchas camas de hospitalización, como era costumbre de hace décadas.
¿Y el bloque central del MARQ?. Eran tus quirófanos donde muchos maduramos y nos consagramos. Zona de disgustos, alegrías y satisfacciones donde multitud de anécdotas se agolpan.
Esto no deja de ser un ejercicio de nostalgia, como así he titulado la entrada, pero también es un ejercicio reivindicativo. El Hospital Provincial sirvió muy bien a toda la Provincia de Alicante durante más de 60 años. Atendió a los que nada tenían y a los que el por aquel entonces Seguro Obligatorio de Enfermedad no cubría. A poblaciones marginales o especiales, como los reclusos, horfanatos, beneficencia, etc. Y en sus últimos tiempos actuó también como centro concertado de la Seguridad Social de lo que se beneficiaron muchas personas de toda la Provincia.
Muchos maestros de la medicina alicantina se forjaron allí, los Dres. Babé, Van der Hofstadt, Llorca, Boldó, Rivera… Fue un Hospital de un nivel ¿medio?, tal vez pero con una capacidad resolutiva y de calidad que no todos los centros de la época tenían.
Con la perspectiva del tiempo su cierre me produce sentimientos contradictorios. Persisten los Hospitales Provinciales de Valencia y Castellón, adecuados y adaptados a lo que un Hospital moderno es. Tal vez el traspaso a la Agencia Valenciana de Salud en su día como tal Hospital de San Juan de Alicante supuso la creación de un centro más dotado en personal y tecnología, pero insisto, ¿tan resolutivo como el Provincial? Sinceramente, no lo sé.
Créditos: Imágenes de elaboración propia y del Archivo Municipal de Alicante
Autor: Fernando Soler
• Oftalmólogo y Doctor en Medicina y Cirugía.
• Director de Innova Ocular Clínica Dr. Soler en Elche.
• Presidente de la Fundación Dr. Soler.
• Director de FacoElche.
• Ex – presidente del Grupo Innova Ocular
• Jefe de Servicio en excedencia del Hospital General Universitario de Elche.
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