Las dudas y los temores bloquean el proceso de decisión: Hace falta calma y concentración
Algo que he sentido como propio es que el éxito de las organizaciones sanitarias se basa no solo en una buena relación del médico con los pacientes, sino de éstos con el resto del personal que conforman dichas organizaciones. Por ello, siempre he querido aportar mi granito de arena en lo que a mejorar y optimizar la relación con el paciente se refiere.
Llevo más de 20 años trabajando como técnico especializado auxiliar en oftalmología, pero el perfil de mi puesto, como en el de muchas profesiones hoy en día, apunta a desempeñar no solo el papel para el que has sido formado sino además muchas otras actividades.
César Jacquet es técnico auxiliar y nos ayuda en quirófano en los tratamientos con láser.
Todos conocemos que hoy en día para mantenerte en primera fila, la premisa fundamental es no cejar en el empeño de buscar la mejora continua, tanto en el ámbito personal, en el profesional como en el de la tecnología. Pero el motivo de este artículo no es de incidir en estos puntos, que se sobreentienden, sino que es algo más simple pero que a la vez no es fácil de llevar a cabo: Saber transmitir a nuestros pacientes Calma y Concentración. Algo que parece tan obvio vemos a diario que es muy difícil a veces de conseguir
Los nervios nos juegan malas pasadas, y si como un mantra se refiere, a mí en parte me ha ayudado el tratar al paciente como una persona especial que tiene un problema y que agradece un trato cercano. Pero esos mismos pacientes, aparentemente tranquilos, tienen un grado de ansiedad, fruto del nerviosismo de la situación sanitaria, que muchas veces les hace perder la concentración.
Es inevitable que ante una decisión como es una cirugía a muchos se le despierten todos sus fantasmas
Nos pasa a menudo ver cómo después de explicar por activa y por pasiva, primero por parte del médico a nivel técnico, luego refrendado por el resto del personal en aspectos puntuales más llanos y así como con la documentación informativa entregada en consulta, que esos consabidos nervios, hacen que se sigan sin tener claros los aspectos más básicos. El paciente a veces se encuentra perdido, no realizando bien los pasos previos a su tratamiento, o lo que es más importante, su intervención quirúrgica.
En el primero de los casos, sale de la consulta después de haber estado el tiempo necesario con el médico que le ha explicado en detalle el diagnóstico, el tratamiento, los procedimientos a realizar, los pros y los contras, con entrega de recetas, fotos, folletos, etc. y aún preguntan en recepción por lo que se le acaba de explicar ampliamente.
Hay una anécdota que se comenta en el mundo del fútbol, yo que vengo de familia futbolera, lo he visto siempre. El aficionado grita y se mete con el futbolista que marra una ocasión clara delante del portero, o no acierta a dar un pase en medio campo, y no se da cuenta que si lo pusieran a él mismo en esa situación, seguramente entendería qué difícil es hacerlo fácil. A ese aficionado, seguro que se le haría de noche ante la portería, y es que en esas situaciones, a parte de talento, hay que tener calma y concentración.
Seguridad y confianza son importantes para conservar la calma interior | Foto: Europa Press
El punto clave donde quiero llegar, es que el equipo del doctor Soler, del que formo parte, y en mi modesta contribución, trabajamos continuamente para mejorar. Y eso significa lo que quiero decir al paciente. Confianza. Atender con tranquilidad, y escuchar. Y seguir detenidamente las instrucciones escritas entregadas.
He intentado al compartir vídeos como éste mostrando la preparación de FacoElche, nuestra actividad estrella, que el paciente vea el rigor con el que trabajamos en la clínica, para que no sólo imagine el alto nivel, sino que lo vea, y que ello le ayude en su importante paso de ponerse en nuestras manos.
Parece que vamos ya con la decisión hasta que llega el momento
Hay preguntas que incluso con la información que ya existe, siguen haciéndonos. «¿Pero esto es seguro?, ¿Esto es para siempre?, ¿Hay un 100% de garantía?». En mi caso, me agradecen la sinceridad y la exposición de ejemplos intentando siempre mantener una empatía, familiaridad y cercanía, tranquilizándoles al comentar que la tecnología y formación están de su parte. Ignoran que están más seguros en el quirófano aplicando técnicas que asustan por su precisión y resultados, que realizando trabajos en la calle, campo o viviendas sin protección que ocasionan mil y un accidentes, los cuales doy fe por la cantidad de pacientes que vemos a diario por estas lides. ¿Pueden imaginar qué agencia de viajes les puede asegurar en un 100% que no les pasará nada en ese trayecto, o en la estancia de su destino, o ese concesionario que le venda un coche con el que es imposible que en algún momento vaya más rápido de lo que indica la vía?
Los tratamientos hoy en día, y como suscribo arriba después de 20 años, dan la tranquilidad que llevando a cabo las instrucciones que da el médico, manteniendo la calma y la concentración por parte del paciente, haciendo fácil lo difícil, que es realmente “No hacer nada” sino «Dejarse hacer», siguiendo el post tratamiento en consulta o post-quirúrgico, el porcentaje de éxito sube exponencialmente. Y a las pruebas me remito.
Hay una frase que me hizo ver el porqué de este artículo. Da igual la preparación y nivel intelectual del paciente. Los nervios existen en los días previos y hay quien lo pasa mal. Es significativo que al terminar la cirugía, en la que el paciente se despide de sus gafas, al preguntarle tras esos «4 minutos por ojo», «¿cómo está?», éste responde: «Uf! Muy bien» (con una sonrisa), y dice «Pensaba que era peor». O «creí que sería más complicado y doloroso». Y es realmente lo que se le ha dicho por h y por b, pero que no se convencía porque los nervios nos llevan a ese estado de ánimo que no ayuda pero que es inherente a nuestra naturaleza. Éste es el punto donde quiero llevar al paciente que decida ponerse en nuestras manos. En ese tipo de frases que ayudan, por parte de ese paciente que ya pasó ese trago. Comparable a la relajación de ese futbolista que tuvo la calma de controlar en el área, o dar un pase al pie en medio campo. Mantener la calma y concentración, y de hacer lo que tenía que hacer.
A veces las dudas y los nervios van posponiendo las decisiones
Dibujos de la caricaturista y humorista Argentina Maitena
Autor: César Jacquet
Técnico auxiliar especializado en Oftalmología
